L'ORNITONIGMA

dilluns, 16 de novembre del 2015

Ruido

Nací en una zona tranquila de un barrio tranquilo de los suburbios de Uvieo. Mi tolerancia al ruido es casi cero, entendiendo como ruido el conjunto de sonidos que se considera molesto. Quizás es una percepción muy subjetiva de alguien acostumbrado a despertarse con las primeras luces del sol y toda la pléyade de sonidos que la acompañan ¡Qué contrate entre la palabra sonido y la palabra ruido! Igual es el contrate fonológico entre la suavidad del sonido /s/ y la contundencia del sonido /r/. Oviedo está dentro del Estado español y España es un estado ruidoso, el segundo más ruidoso del mundo después del Japón. Sinceramente no me lo imaginaba, lo de el Japón.

Como estado pertenecemos a un conjunto de países sensibles al ruido, la Unión Europea. Toda una legislación nos ampara y protege de la contaminación acústica. La legislación europea marca el nivel del ruido en los 55 decibelios durante el día, y en los 45 durante la noche. Nuestro país además ha desarrollado esta legislación en diferentes leyes, códigos y ordenanzas municipales. Aún así, la contaminación acústica es una de las que mayor incidencia tiene en nuestra calidad de vida. Pero no sólo en la nuestra, también el la de multitud de especies que comparten nuestro entorno urbano y rural. A partir de los 70 decibelios, la contaminación acústica es muy perjudicial para cualquier forma de vida (perdonad esta inexactitud, tengo clara la idea pero no como trasladarla al lenguaje escrito). Antes de cerrar este párrafo, quiero aclarar una cosa, la peligrosidad del ruido depende no sólo de su nivel (que se mide en decibelios), sino también del tiempo que dura la exposición, es decir, de su continuidad.




Estrés, irritabilidad, ansiedad, dificultad de concentración, bajo rendimiento escolar en los escolares y toda una serie de sintomatologías, son patologías provocadas por el ruido. Los efectos no son sólo individuales, también tienen un carácter social (incomunicación). ¿Pero cómo afecta el ruido a especies que viven en entornos no urbanos, en entornos naturales? O simplemente, ¿cómo afectan a otras especies?

Eso es lo que tratará d’explicar la La Estación Biológica del P.N. de Collserola en un estudio sobre la relación entre la contaminación acústica y las aves rapaces. “Se trata de saber "el umbral" de ruido, ha dicho Cabañeros, director del proyecto. Dentro de un año sabremos los resultados. Yo de momento se como le afecta al Águila culebrera.