Estoy en la recta final de mis vacaciones. En pocos días, en lugar de los trinos de los zarapitos, serán las llamadas vespertinas de los vencejos reales las que se cuelen por mi ventana. Si este año tuviera que ponerle un color al verano, éste sería el blanco. Sin duda. El blanco de la niebla densa que cada mañana se engullía las rías y playas y desdibujaba las siluetas; el blanco deslucido que exhibía y exhibe la Gaviota Polar que está veraneando en Calzoa, y el blanco de otra gaviota que sin ser Polar, la naturaleza decidió, en uno de esos azares, concederle a su plumaje esa inmaculada tonalidad. Pues bien, este post, como ya indica su título, va de blancos.
Fiel hasta el extremo (porque es el extremo sur de la playa donde siempre me la encuentro) continua la Larus glaucoides al Arenal de Calzoa. Allí estaba los días 20, 26 y 27 de agosto. Me explicaba una paseante que hacía tiempo que se fijaba en esa gaviota. Decía que le veía algo diferente de las demás, tan blanquita, y que le sorprendía su docilidad (u osadía según se mire) cuando la veía pasearse entre la multitud de “playistas” sin dar el más mínimo asomo de miedo o recelo. En alguna ocasión, optaba incluso por acomodarse en toallas desocupadas, hasta que llegaban los propietarios para expulsarla. ¡Y qué decir cuando llegaba la hora de la merienda!, pesada hasta el aburrimiento hasta conseguir su trozo de pan, comentaba la mujer. Estoy seguro de que todavía continuará un tiempo por aquí. Sería estupendo volver por diciembre y verla lucir una espléndida librea de tercer invierno. Aquí os dejo con una foto donde se aprecia como va avanzando la muda y un video donde se acicala el plumaje.
La segunda blancalo es tanto como la primera, pero sin duda tiene un aire mucho más gallego. Se trata de un ejemplar con leucismo o esquizocroismo (el primero hace referencia a la ausencia de pigmentación oscura, lo que le da al plumaje un tono marrón claro; en tanto que el segundo término se refiere a la carencia de pigmentación oscura, que da como resultado una reducción en la intensidad de todos los pigmentos), que encontré en el regato Muiños (Nigrán) el día 20 de agosto. No sé con seguridad si se trata de una fuscus o una michahellis, pero atendiendo a los rasgos estructurales y a las proporciones, me inclino por una michahellis. A ver qué opináis al respecto.
Hola Quique:
ResponEliminaSin ser demasiado experto en el tema, opino que podría ser una sombría, debido a la proyección primaria. Un buen amigo tuyo, César Álvarez Laó, te podrá aportar un poco más de luz al asunto.
Un cordial saludo desde Asturias.
Nacho.
Hola Quique:
ResponEliminaSuscribo lo dicho por Nacho.
Un abrazo del Yepaaaaaaaaaaaaaa
Gracias, Nacho y César, por la aclaración. Además de la proyección de las primarias, me llamó la atención la anchura de la banda caudal y el barreado de las rectrices esternas, demasiadop intenso para una michahellis. Yo creo que también son rasgos de fuscus. Gracias, de nuevo por la ayuda. Se queda como fuscus, pues.
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