Nuevo año, nuevo reto. Y esta vez no es un reto fácil. Aquí va el primer ornitonigma del 2014. La mayoría de las veces, por no decir casi todas, la observación de un ave sólo permite preciar detalles generales, un aspecto determinado o un comportamiento concreto. En base a elementos, a veces tan vagos, hacemos la identificación. Imaginaos un día soleado de verano en un estuario gallego donde en un intermareal se alimentan, lejanos, un grupo de limícolas. Forzamos el zoom de nuestro telescópio, pero la intensa reverberación aún empeora más las condiciones de observación.
Pues bien, eso es lo que os propongo hoy, una imagen poco nítida de un limícola mediano que bien podría ser por fechas, un Tringa totanus, un Tringa stagnatilis, un Tringa glareola, o incluso un ¡Tringa flavipes! Se admiten apuestas. Nos vemos en febrero con la solución.
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