El 83% de los votos al Ornitonigma del mes deseptiembre fueron para Chlidonias hybridus, el Fumarel
cariblanco. Sólo un voto se fue a Sterna
nilotica y parece que quedó bien claro que no era ni un Charrán común (Sterna hirundo) ni tampoco un Fumarel
aliblanco (Chlidonias hybridus).
Veamos el porqué.
Si algo tienen en común todos los miembros de
la familia Sternidae, es su complexión ligera y elegante, las alas largas y
estrechas, la cola más o menos ahorquillada y un plumaje donde contrastan partes
superiores grises e inferiores blancas. Además, durante la época de
reproducción, presentan una caperuza negra que se extiende desde la frente
hasta la nuca y parte posterior del cuello con patrones que varían según las especies. A grandes rasgos así es
un charrán o un fumarel. Nuestra ave misteriosa se ajusta sin duda alguna a este patrón general. Pero veamos cuáles son las divergencias que permiten su determinación
específica.
LA ESTRUCTURA
A nivel estructural tenemos un ave compacta de
alas largas y anchura uniforme; cola no demasiado larga y de aspecto
puntiagudo. Vale la pena detenerse un momento en este detalle. Una fotografía
no es más que una instantánea de toda una secuencia de movimientos. Si nos
fijamos en la cola, vemos que en efecto es apuntada y además que no está desplegada.
Este aspecto es el resultado de la
combinación de unas rectrices externas un poco más largas que las centrales. Si la cola
estuviera abierta, veríamos una cola escotada o ahorquillada... ¡O quizás no!
EL PLUMAJE
El plumaje responde bien al patrón general de
los esternidos: partes superiores grises e inferiores... Bien, las inferiores (y
a veces también las superiores) presentan una variación estacional en algunas
especies. Por ejemplo, el fumarel cariblanco —que fue el más votado— muestra las partes inferiores blancas fuera
del periodo reproductor, pero se tiñen de gris pizarroso durante la época de
cría. Pero vayamos al detalle.
El dorso, manto y escapulares son de un tono gris
plateado, que se extiende sobre el obispillo y las cobertoras alares, mostrando
un ligero contraste con el gris perla de la parte exterior del ala y la cola. Las
secundarias con punta blancuzca forman una banda blanca a lo largo de todo el borde de fuga. Primarias con hemibanderas internas
oscuras y raquis también oscuro, que se abre en una banda terminal negruzca en
forma de flecha (las más externas, de P10 a P8) contrastan ligeramente frente
al conjunto. Pese a estos matices que apreciamos gracias a la fotografía, en el
campo en realidad vemos un ave bastante uniforme en sus partes superiores. Lo
que más destaca es sin duda su capirote negro, que abarca la nuca y la parte
posterior del cuello, delimitado en su parte inferior por una lista blanca muy
conspicua. El vientre es gris negruzco. La parte inferior del ala es de un
blanco puro con un destacado borde negruzco, formado por las ya comentadas puntas oscuras de
las primarias.
COMPARATIVA
Sólo una de las cuatro opciones de este
Ornitonigma es correcta. Comencemos.
Una de las especies era la Pagaza piconegra (Sterna nilotica), un estérnido
grande y compacto, que presenta las partes superiores, incluyendo la cola y el
obispillo, uniformemente grises y un capirote negro que cubre toda la parte
posterior del cuello. Sin embargo
tanto en plumaje como en estructura es bastante diferente a nuestro ejemplar.
Pese a su robustez, las alas, aunque anchas, especialmente en la base, son más largas y puntiagudas que las de nuestra ave. La cola es proporcionalmente más corta y ahorquillada, aunque en vuelo directo la suele llevar plagada, lo que le da un aspecto puntiagudo (ver foto abajo). Presenta un plumaje bastante
uniforme con las partes superiores gris azulado y las inferiores blancas. Tan
solo destaca el borde negro de las puntas de las primarias, más visible en la
parte inferior. Recordemos que estamos describiendo el plumaje nupcial. La
ausencia de tonos negros en el pecho y vientre junto con el resto de
características descritas, descartan a esta especie.
Otra de las especies era el Charrán común (Sterna hirundo). Teniendo en cuenta que hablamos de un ejemplar que presenta librea nupcial, resulta fácil eliminar
a esta especie como posible candidato. Las alas largas y puntiagudas junto con la
llamativa proyección de las rectrices externas, le confieren un aspecto más
estilizado y elegante. Las partes inferiores de un gris muy pálido, a penas
contrastaado con las mejillas blancas, a diferencia de lo que vemos en el
ejemplar de la fotografía. Otro rasgo importante que tiene que ver con la muda
y que está ausente en nuestra ave, es la cuña oscura que forman las primarias
externas. El resto de las alas, dorso, manto y escapulares son grises,
mostrando un notable contraste con el obispillo y cola blancos. Sólo con esto ya lo
podemos dar por descartado.
La siguiente opción era el Fumarel aliblanco (Chlidonias leucopteros). En el caso
de un ejemplar en plumaje no reproductor o si se tratara de un juvenil, habría
mucho que hablar, pero siendo un ave con librea estival, queda descartado de
facto. Para muestra un par de fotografías.
En la parte superior dos fumareles cariblancos. En la inferior tres fumarreles aliblancos. Estany d'Ivars i Vila-sana (Lleida). |
Por tanto, nos queda sólo una especie, el
Fumarel cariblanco (Chlidonias hybridus), que fue el protagonista del
Ornitonigma de septiembre. Os dejo con más fotos del mismo ejemplar.
Muchas gracias y hasta la próxima.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada