En un reciente viaje a Israel, tuve la
oportunidad de ejercitarme con una de los grupos más complejos de paseriformes,
las collalbas. El plumaje de los machos de las distintas especies que habitan
el Paleártico occidental presenta rasgos los suficientemente distintivos como
para hacer una identificación más certera. Aún así, la dificultad puede llegar
a ser muy alta en especies muy emparentadas. En el caso de las hembras, los
problemas de identificación se multiplican. Algunas especies llegan a ser tan
parecidas, que añadido a su variabilidad intraespecífica, la identificación en
campo puede llegar a ser virtualmente imposible.
De las cuatro especies propuestas, las tres
últimas son especialmente similares de aspecto y estructura, con pico delicado,
cabeza redondeada y cola relativamente larga. Hay detalles que son importantes,
pero no siempre fáciles de comprobar en campo, como por ejemplo la proyección de las primarias.
Atendiendo a este rasgo, la Collaba pía (Oenanthe pleschanka) presenta una
proyección primaria igual o claramente mayor que la longitud de las terciarias.
En la Collalba rubia oriental (Oenanthe
melanoleuca), por el contrario, es más corta o en todo caso, sólo un poco
lígeramente mayor. Si nos fijamos en el ejemplar de la fotografía vemos que el
patrón cuadra más con esta segunda especie.
Otro rasgo importante es el dibujo de la cola.
Todas presentan un dibujo en forma de T negra sobre fondo blanco. En la
Collalba gris (Oenanthe oenanthe) y en la Collalba de Finsch (O. finschii), la
franja negra caudal es de un ancho unforme desde las rectrices centrales a las
más externas. Todo lo contrario a pleschanka
i melanoleuca, que presentan un
patrón variable, donde la anchura del negro es mayor en los extremos, debido
al raquis oscuro y a la extensión del negro hacia la base de la pluma en ambas hemibanderas, especialmente en la externa. Vemos
que este detalle es bien visible en el ejemplar de la fotografía. Este último
rasgo nos ayuda a descartar a oenante y finschii y a centrarnos en las otras
dos especies.
Las hembras de pleschanka i melanoleuca pueden
resultar bastante difíciles de distinguir y según algunos autores, en según qué
momentos es virtualmente imposible hacerlo. El plumaje de pleschanka varía entre el marrón ceniciento y el marrón grisáceo
con tintes oliváceos, normalmente es algo más oscura que melanoleuca, pero
algunas tienen las partes superiores virtualmente idénticas. No obstante, el
plumaje pardo arenoso, con lados del pecho y flancos anaranjados y partes
inferiores color ante amarillento, me lleva a pensar que se trata de una hembra
de Oenanthe melanoleuca.
Cualquier aportación que complemente esta breve discusión será bienvenida. Muchas
gracias y hasta la próxima. Aquí os dejo con otra foto del ejemplar.
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