L'ORNITONIGMA

dilluns, 24 de desembre del 2012

Solución al Ornitonigma de noviembre


El protagonista de este Ornitonigma presenta un par de características propias de un ave paseriforme adaptada al medio terrestre, compartidas por casi todas las especies propuestas. Por un lado, un plumaje de tonos cálidos, ocráceos y terrosos que le permiten fundirse con su entorno. Por otra parte, una patas extraordinariamente largas que inducen a pensar en un caminador-corredor ágil y rápido. En este sentido, las dos familias de aves paseriformes que mejor se ajustan a este patrón son Alaudidae y Motacillidae. En ambas se agrupan un conjunto de especies muy bien adaptadas a los terrenos abiertos, donde el camuflaje y la adaptación a la carrera son elementos fundamentales.

El ejemplar de la fotografía presenta un plumaje caracterizado por los tonos ocráceos de las partes superiores, marcados por un profuso listado oscuro sobre el píleo, el manto y las escapulares. Las cobertoras alares y las terciares oscuras con bordes pálidos y castaño rojizos destacan frente al resto de las partes superiores. Los flancos color ante, se diluyen hacia el vientre blanco, y la cola larga y oscura parece tener los bordes claros. Además se aprecia claramente como las terciarias cubren la totalidad de la proyección primaria, un rasgo propio de la gran mayoría de les especies de la familia Motacillidae. Finalmente resalta la longitud de las patas, enfatizada por la postura erguida que mantiene el ejemplar.

Un factor importante en la identificación de muchas especies, es la datación. Los patrones de plumaje varían con la edad, y dos especies muy distintas de adultos, pueden resultar muy parecidas en sus plumajes juveniles o inmaduros. Si nos fijamos, vemos que se diferencian dos tipos de grandes cobertoras: las más externas presentan un orlado ante-blancuzco, que contrasta con el orlado castaño rojizo de las internas. Esto nos indica que ha habido una muda parcial, lo cual apunta a un ejemplar de primer invierno. La morfología también es otro elemento a tener en cuenta. El ave de la fotografía es desgarbada y algo desproporcionada, destacando la cabeza especialmente voluminosa en relación al cuerpo.

Hasta aquí ya he mencionado algunas características que permiten descartar una de las especies propuestas, la Alondra (Alauda arvensis), pero me quiero centrar en dos de ellos. Por una parte, un rasgo morfológico, la ausencia de proyección primaria, notable en las alondras. El otro es postural. Esa actitud erguida es impropia de esa especie, de echo tiende a hacer más bien lo contrario, agazaparse contra el suelo. Si a ello añadimos la ausencia patente de cresta y los tarsos excesivamente largos para una Alondra, se puede descartar definitivamente.

A partir de aquí hay que discriminar entre las especies del género Anthus. El Bisbita campestre (A. campestris) presenta un plumaje mucho más pálido y poco contrastado en general, si bien los jóvenos son más marcados, pierden este patrón una vez mudados. El tono del plumaje es más pajizo, menos cálido, con los bordes de cobertoras y terciarias menos contrastados. Estructuralmente es mucho más proporcionado, con patas y cola más cortas. Además, cuando se yergue, no lo hace de una manera tan acusada como el ejemplar de la fotografía, que parece buscar la verticalidad.

Anthus campestris

 En cuanto al Bisbita de Godlewski (A. godlewski), poco os puedo contar en base a mi experiencia, ya que es nula con esta especie. Por la gente que lo ha visto y lo que he leído, tiende a parecerse más a un Anthus pequeño, tanto en plumaje como en comportamiento, que a uno de los grandes bisbitas. Un rasgo importante, aunque no sé si plenamente diagnóstico, es el patrón de las coberteras medianas, que tiende a ser más romo que en Anthus richardi, el cual las tiene más apuntadas.

El ave de la fotografía es en definitiva un Bisbita de Richard (Anthus richardi) de primer invierno, que observé el invierno pasado en los Aiguamolls de l’Empordà (Girona). Aquí os dejo una secuencia de fotografías. Disfrutadlas y gracias por vuestra participación.