L'ORNITONIGMA

dijous, 30 de desembre del 2010

Asturies II: nivales

Siempre fue mi especie maldita. Todos tenemos alguna que se nos tuerce. Y aunque se trate de una especie escasa, el Escribano nival es regular en Asturies. Además muestra querencia por determinados sitios, pero siempre parece que me esquive. Pues bien, después de pasar toda la mañana por diferentes zonas de la rasa del Cabu Peñes, me fui al cabo propiamente dicho. Al este del faro hay una punta pedregosa, desnuda de vegetación, azotada por el viento y cortada a cuchillo en caída vertical hacia el mar. Es un sitio que gusta a los escribanos nivales. Parece que haya sido preparado especialmente para ellos, porque si están, es allí donde se encuentran.

Atravesé todo el brezal, que en esta época medio inundado. Al fondo, casi a pie de acantilado hay unas charcas que se llenan ocasionalmente y hoy estaban a rebosar. Es un paisaje que me recuerda a la tundra. Y esta vez parecía la misma tundra, había tenido suerte. Al borde del acantilado, un inmaculado macho de Plectrophenax nivalis, descansaba sobre una roca. Estaba pletórico de alegría. Este año había dado con ellos. 

Son aves extremadamente confiadas, que ya no es que se dejen acercar, sino que son ellas mismas las que vienen a ti. Inquietas, se mueven por el suelo de un lado a otro sin parar. El ejemplar empezó a alimentarse. Más que caminar parecía que se arrastrase como un ratón, y así llegó al otro lado del acantilado. En una de estas, se dejó caer y desapareció. A mi derecha de repente, vi una cabezuca (que en asturiano ye como dicir una cabecina). En ese momento rebosé júbilo: ¡eran dos! No, no no... Un momento, acaba de aparecer el macho, estoy viendo otro ejemplar, pero SIENTO un rrit rrit rrit suave que viene de la pared del acantilado... Y allí aparece, un tercero. Una hembra joven. Al final disfruto como un mico de los tres ejemplares. Y feliz como un crío, recorro el camino de vuelta hacia el coche. Mientras atravieso el brezal, siento de nuevo ese familiar trino sobre mi cabeza. Los nivales vuelan alto en dirección sur. Los pierdo en la lejanía. Se van hacia el interior. Atención observadores de aves que tres nivales fueron pa'dentro.