Las cuatro especies propuestas pertenecen a la
familia de los alaudidos, aves de espacios abiertos, muy terrestres y que en
general presentan tonos pardo terrosos, que las ayuda a mimetizarse con su
entorno. La mayoría presentan crestas piliales.
El ejemplar de la fotografía muestra un
plumaje muy desgastado de tonos pardo grisáceos en las partes superiores,
mientras que las inferiores son blanquecinas con el pecho profusamente listado
de oscuro y leves tonos castaño-ante a los lados. La gargante se aprecia de un
blanco más luminoso, que se extiende hacia los lados del cuello y posteriormente asciende, rodeando las cobertoras auriculares. Estas últimas aparecen enmarcadas en su
parte superior por una lista ocular oscura, encima de la cual se intuye una
lista superciliar blancuzca de un tono semejante al de la garganta. Otros
detalles que se obserban es un fino rayado oscuro en el píleo, el cual parece
gris, pero se intuyen tonos pardo rojizos. El conjunto descrito nos hace pensar
en una especie con un patrón cefálico destacado y llamativo, sin cresta
apreciable, o en todo caso muy poco destacada. No obstante, el extremo del
píleo apsarece apuntado y ciertamente sobresaliente, lo cual nos puede hacer
sospechar en la presencia de una pequeña cresta (en este caso plegada). Si bien
es verdad que la postura del ave no ayuda demasiado en la apreciación de dicho
rasgo.
Tanto desgaste y abrasión hace que muchos
rasgos diagnósticos ligados al diseño y patrón del plumaje queden relegados a
un segundo plano. Sin embargo, hay algo que llama la atención en ese conjunto
pardo grisáceo uniforme, y son las grandes cobertoras primarias negras, que
contrastan de manera llamativa con el resto del ala.
Siempre es necesario atender a los detalles
morfológicos y estructurales, ya que nos pueden aportar datos muy importantes
para realizar una identificación precisa, y en un caso de estas característica
es aún, si cabe, más importante. El ave de la foto tiene un aspecto rechoncho,
la cola es relativamente corta y la cabeza proporcionalmente grande en relación
al cuerpo. La proyección primaria es corta, aún así las terciarias distan de
alcanzar la punta de las primarias. Finalmente vemos que tiene un pico fino y
puntiagudo.
Una vez valorados todos estos detalles,
se puede asegurar que se trata de un adulto de Totovía (Lullula arborea). El
modelo facial contrastado, las cobertoras primarias negras y la cola corta,
serían suficientes para descartar a las otras tres especies.
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