Gaviotas entrando con un pesquero en el puerto de Arenys de Mar (Barcelona) |
Cualquiera que haya pasado una tarde en la
bocana de un puerto pesquero, habrá presenciado el espectáculo de los cientos
de gaviotas, a veces miles, que hacen de cohorte a las embarcaciones que llegan
cargadas de pescado. Las aves las siguen y aprovechan los descartes que los
marineros lanzan al mar antes de llegar a puerto. Son momentos magníficos para
testear los bandos y buscar especies poco frecuentes, que se acercan a la costa ante la oportunidad de un bocado fácil.
Entre tanta algarabía, es fácil que algo pase desapercibido. Son
momentos en los que combino binoculares y cámara de fotos. Con esta última, suelo ser poco selectivo y “disparo” a discreción. Una vez en casa, me dedico a
repasar las fotos. En una de esas ocasiones me encontré con la
fotografía del ave que protagoniza este Ornitonigma. Es evidente que se trata
de un lárido, y por las características del plumaje, es de un ejemplar
inmaduro. Pero vamos a analizarlo con más detenimiento.
Su aspecto es elegante y relativamente ligero, con alas
largas, apuntadas y profundamente arqueadas en la zona carpal. El cuerpo resulta
más bien esbelto, y no demasiado voluminoso. La cabeza, ahusada, está rematada por un pico largo y fuerte. El conjunto general es el de
una gaviota elegante y algo estilizada. Quizás se pueda resumir así.
Pero las apariencias engañan y en las fotos aún más.
Este modelo se ajusta a varias especies,
por eso es importante detenerse en los detalles del plumaje. Lo primero que se
aprecia es que la combinación de colores marrones, responde al patrón típico de
un ejemplar inmaduro. En concreto a un ejemplar en su primer invierno (1er o 2º
año calendario). Esto se puede apreciar por la uniformidad del plumaje, donde todas las plumas parecen de la misma generación; y su buena conservación del plumaje, desgastes,
decoloraciones o abrasiones importantes. Todo ello apunta a fechas tempranas (finales de verano o
principios de otoño).
El cuerpo aparece moteado de marrón, con
vientre y cloaca blancos, infracobertoras caudales blancas, con bandas
terminales oscuras, teniendo las más externas forma de flecha roma o poco
apuntada. Cola con base blanca, banda caudal ancha y negruzca, más sólida en su
parte central en contraste con las rectrices externas, que presentan muescas
pálidas, provocando un efecto de fino barreado; en su extremo distal se
aprecia una banda terminal blanca, estrecha y con cierto desgaste. Es evidente
el fuerte contraste entre la banda subterminal oscura y el resto de la cola
blanca.
La parte inferior del ala destaca por el ligero contraste entre las cobertoras pequeñas y medianas marronáceas, y las grandes
cobertoras, secundarias y primarias internas pálidas y luminosas. Vistas con
detalle, las grandes cobertoras muestras un borde oscuro y en su extremo, un
suave barrado marronáceo muy diluido y difuso. Las axilares son aparentemente
claras con bordes oscuros. Sin embargo, las más internas muestran un fino
vermiculado y un barreado oscuro más inteso y contrastado. Las primarias
externas son más oscuras, especialmente en su extremo final donde forman una
fina banda de negra a lo largo de la mano, que va desde P10 a P5.
Finalmente, lo que podemos apreciar de las
partes no emplumadas es un pico negro y pates color carne.
COMPARATIVA
Larus canus presenta, como la mayoría de
gaviotas, cierta variabilidad, pero desde el ángulo de la fotografía tendríamos
que apreciar unas alas más pálidas, casi blancas con un delicado dibujo formado
por los finos bordes oscuros de las cobertoras. A ello hay que añadir el
contraste de las secundarias más oscuras, que forman una barra oscura en el
borde de fuga. Y finalmente el contraste entre las primarias externas oscuras y las internas más pálidas, que forman un
efecto ventana (‘window’). Cabe también comentar un rasgo diferencial muy
importante, el pico pequeño, delicado y normalmente bicolor en esta edad.
En el caso de Larus melanocephalus, la parte
inferior del ala es casi de un blanco inmaculado, donde hay un
pronunciado contraste en el borde de fuga, debido a las secundarias negruzcas, y
en las primarias internas por su tono también negruzco.
La otra opción era Larus audouinii. Esta
especie muestra un “underwing” muy diagnóstico, caracterizado por el contraste
entre el oscuro de la parte frontal y posterior del ala y el panel blanco
central, que forman las grandes cobertoras. Además de las patas gris oscuro,
que resultan diagnósticas.
http://www.aranzadi-zientziak.org/fileadmin/webs/EAT/Html/gaviota_audouin-eng.html |
Es decir, que sólo nos queda una posibilidad,
Larus fuscus. El ejemplar de 1r invierno de la fotografía que protagoniza este Ornitonigma fue fotografiado el 4 de setiembrede 2010 en el puerto de
Vilanova i la Geltrú.
Muchas gracias por vuestra participación y
hasta el próximo Ornitonigma.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada